El Arte de Tomar Desiciones

Vivimos tomando desiciones, es inevitable. Y eso es porque existen infinitas oportunidades, y no siempre podemos tenerlas todas, por eso hay que decidir. Pero al decidir siempre perdemos algo, algo que otra de las opciones podría habernos dado, y como no podemos tener ese algo más lo que ya elegimos, entonces ese algo parece aún más deseable.



El tema es ver de qué cosas realmente podemos prescindir, sin qué cosas no podríamos vivir. Al elegir algo siempre vamos a tener que descartar otras cosas que también queríamos, y por eso es tan difícil elegir, y por eso tanta gente lo evita, porque quieren tenerlo todo, pero de eso se trata: ganamos por un lado pero siempre nos van a quitar del otro. Sabiendo eso, hay que tomar la desición que nos complete lo más posible, y cada vez que añoremos lo que no elegimos, recordarnos por qué elegimos lo que sí elegimos desde un principio... ¿pero y si aún así no estamos contentos? entonces es probable que hayamos elegido mal. No, no es imposible, uno puede pensar que está eligiendo lo mejor y darse cuenta después de un tiempo que se equivocó. Bueno, no pasa nada. Sí, trae sus consecuencias equivocarse al tomar una desición, pero es algo que pasa siempre. Lo importante es volver al punto en que se abrieron todos los distintos caminos y pobrar otro, esperando que esta vez el que escojamos sí sea el que nos llene lo mejor posible.